La Salud en el Gobierno del Presidente electo Gabriel Boric
La Salud en el Gobierno del Presidente Gabriel Boric:
IAS
Desde el 11 de marzo de 2022, asumirá como Presidente de nuestro país Gabriel Boric, quien, junto a los equipos que defina, se deberá hacer cargo de los desafíos siempre complejos que plantea nuestro sistema de salud.
Son numerosos los diagnósticos y evaluaciones que se han realizado sobre nuestro sistema de salud en los últimos años, por nombrar solo algunos: Informe presidencial del Gobierno Bachelet para la reforma al sistema isapre el año 2014, el informe de Espacio Público del año 2014, el informe del Colegio Médico del año 2018, todos ellos reúnen diagnósticos y soluciones, varios de ellos apuntando a describirnos un sistema segmentado, con privilegios para los grupos de población con mayores ingresos, sanos, jóvenes y hombres, y con evidentes rasgos de discriminación para personas mayores, de menores ingresos, mujeres y aquellos que tienen alguna enfermedad. Un sistema desigual que, en la visión de ambos candidatos en la segunda vuelta presidencial chilena, necesita correcciones, y que para el candidato ganador, requiere de modificaciones sustantivas.
El presente artículo sólo pretende hacer una descripción de los principales puntos de su programa en el ámbito de la salud.
Como punto de partida, se plantea en el “Programa de Gobierno, Apruebo Dignidad” un Sistema Universal de Salud: “Junto con mejorar la gestión para hacernos cargo de la crisis sanitaria, comenzaremos un proceso de cambio que nos permita tener un Sistema Universal de Salud en el mediano plazo, que instaure a la salud como derecho en el país”.
Esta primera declaración se acompaña por 10 acciones que sustentan este compromiso, primero una serie de medidas que apuntan a la prevención, por ejemplo: “Chile libre de humo; Reorientaremos la relación de las personas con el alcohol restringiendo su publicidad y disminuyendo la densidad de los puntos de venta de alcohol; plan de alimentación saludable que limite la publicidad de alimentos ultraprocesados y dañinos para la salud; potenciar actividades físicas socialmente aceptadas”
En cuanto al Sistema Universal de Salud, suscribe la creación de un Fondo universal de salud (FUS) que actuará como un administrador único de los recursos, a través de la universalización de la cobertura del FONASA a todas las personas que residan en el país: “El FUS recaudará y administrará las cotizaciones de las y los trabajadores (7%), junto a los aportes del Estado. Con ello terminaremos con el negocio de las ISAPRE, las cuales se transformarán en seguros complementarios voluntarios, lo que nos permitirá una administración más eficiente y que asegure equidad”.
Se busca en la propuesta, incrementar el gasto en salud de manera progresiva hasta llegar al promedio de la OCDE, buscando reducir el gasto de bolsillo de las personas y la importancia de las cotizaciones en el financiamiento. Cabe destacar que Chile está bajo el promedio de la OCDE en cuanto a gasto en salud como % del PIB, y es uno de los países dentro de este conjunto de países con mayor gasto de bolsillo.
En cuanto a coberturas el Programa propone: “un plan amplio de beneficios denominado Régimen General de Garantías de Salud, administrado por el FUS. Durante el periodo, este plan asegurará “copago cero” en prestaciones y medicamentos en la red pública, además de un tope máximo de gasto anual en salud para la población”.
Para definir la cobertura del régimen general de garantías sobre la base de estimaciones de costo efectividad y criterios sociales, se sugiere, tal como lo hacen países más desarrollados, crear una Agencia autónoma para Evaluación de Tecnología Sanitaria (ETESA).
Se propone también la prohibición efectiva de la integración vertical entre clínicas y aseguradoras privadas, y una fuerte regulación de los seguros complementarios de salud.
Como una siguiente línea de trabajo se plantea la conformación de un Servicio Nacional de Salud, basado en prestadores de la red pública, con altos estándares de calidad, donde destaca la “Universalización de la Atención Primaria de Salud (APS): la APS dará cobertura al 100% de la población. Con ello, se transformará en la base para la acción sanitaria, cuidando la salud a nivel territorial, priorizando acciones de promoción y prevención, siendo el primer punto de contacto y articulador del sistema de salud”. Se considera, entre otras iniciativas: mejora de la disponibilidad de recursos, actualizando el Plan de Salud Familiar y mejorando los mecanismos de asignación equitativa a los territorios; otorgarle mayor resolutividad a la APS, ampliando la disponibilidad de medicamentos y exámenes; entrega de medicamentos a domicilio para enfermedades crónicas, comenzando por las personas mayores para gradualmente extender este servicio a todos los usuarios de la red de Atención Primaria; creación de un sistema de agendamiento virtual y acceso remoto a atenciones de APS para mejorar la oportunidad de la atención; Estrategia de Salud Digital: sistema de red de información de salud para integrar de forma eficiente los niveles asistenciales, junto con la creación de un repositorio Nacional de datos, que permita acceso desde toda la red asistencial; mayor inversión en infraestructura y equipamiento, con foco en la descentralización; creación de un observatorio permanente para el estudio de brechas de trabajadores de la salud, para ejecutar un plan nacional de dotación.
El Programa también propone el inicio de un proceso que mejore las condiciones laborales para trabajadoras y trabajadores de la salud, con la Implementación de un Plan Nacional de mejoras en las condiciones de trabajo, por medio de una revisión conjunta con las organizaciones de la gestión interna, distribución de la carga de trabajo y pertinencia de la jornada laboral, que incorpora, entre otras medidas, cuidados infantiles derecho universal a la sala cuna, conciliar la vida personal, laboral y familiar desde una perspectiva de igualdad de género.
El trato digno en salud también es un componente del Programa, en este sentido se propone “democratizar y profesionalizar nuestro sistema de salud, generando reformas que distribuyan poder a trabajadores/as y usuarias/os, y aseguren una rectoría del sistema basada en el respeto de sus derechos”. Para esto, iniciativas que se incluyen son: mecanismos digitales de acceso a información clínica para la ciudadanía, con soberanía sobre sus datos clínicos; mejorar los mecanismos de participación ciudadana dentro del sistema de salud, con el fin de que se extienda la incidencia de la ciudadanía en las definiciones estratégicas del sistema; y crear el Consejo Nacional de Salud, conformado por directivas/os de las instituciones de salud y representantes de trabajadoras/es y de usuarias/os de la salud.
Con relación a los medicamentos, el Programa apunta a lo siguiente: “Realizaremos los cambios legales necesarios para que los medicamentos se entiendan como bien público de interés para el Estado. Con el fin de reducir el gasto de bolsillo, mejorar el acceso geográfico y priorizar la cobertura de los medicamentos con criterios sanitarios”. Como iniciativas se contemplan, entre otras: ampliación gradual de la cobertura de los medicamentos, mejorando el arsenal, cobertura y acceso en la red de salud pública, incluyendo y entregando gratuidad para la totalidad de fármacos cubiertos por el Seguro Universal; revitalizar la capacidad productiva del Estado de medicamentos esenciales; en el sistema privado, se establecerán mecanismos de regulación de precios en toda la cadena de suministro farmacéutico; se fortalecerá la Central Nacional de Abastecimiento de Medicamentos (Cenabast), centralizando las compras públicas de fármacos a nivel nacional; farmacias privadas serán reguladas como centro de salud, con altos estándares de calidad y con lógica sanitaria estratégica, junto con fortalecer las farmacias populares.
En el ámbito de la salud sexual y reproductiva, se plantea que “El derecho a una salud sexual y reproductiva es fundamental para el desarrollo de las personas, su bienestar y la igualdad de género. Desde el sistema de salud promoveremos la libertad y autonomía de cada persona, independientemente de su orientación sexoafectiva, identidad de género y diversidad corporal, con perspectiva de respeto a los derechos humanos”.
Y por último el Programa propone fortalecer 3 áreas de desarrollo relacionado con 3 problemáticas de salud que demuestran mayor inequidad en Chile: la salud oral, la atención oncológica y la salud mental:
Salud oral: “La salud oral es uno de los sectores donde se expresan con más fuerza las inequidades en salud. Por ello, ampliaremos y garantizaremos acceso y calidad a las prestaciones, basándonos en una odontología promocional, preventiva y mínimamente invasiva que permita disminuir las enfermedades orales, mejorar la calidad de vida y contener el gasto de bolsillo de las familias”.
Atención oncológica integral: “Trabajaremos por asegurar acceso oportuno a una atención oncológica integral, buscando que las personas con enfermedades neoplásicas tengan mejores resultados. Junto a la estrategia de salud en todas las políticas y su esperable impacto en reducción del riesgo de enfermar, y a la optimización del funcionamiento de la red pública, que permitirá mejorar la oportunidad de las atenciones”.
Salud mental: “Nunca más las personas estarán solas para enfrentar sus necesidades en salud mental. El Estado asumirá su responsabilidad generando políticas que permitan acompañar y dar soporte colectivo a las personas cuando lo requieran. Para ello tendremos como principios la acción sobre los determinantes sociales de la salud y las condiciones de vida que impactan en la salud mental, bajo el modelo comunitario y preventivo de las necesidades en la materia, incorporando la perspectiva de género y de derechos humanos como eje de la acción”.